miércoles, 17 de octubre de 2012

La Relajación


La Relajación
por Alberto Iniesta

Nos dicen constantemente que la relajación es fundamental en nuestra sociedad, una sociedad apresurada y sin apenas tiempo para vivir la vida. Sin embargo para llevar a cabo cualquier acción necesitamos realizar un esfuerzo y por lo tanto hablar de relajación es utilizar un concepto opuesto. Por un lado nos dicen que la vida relajada es mas placentera y nos hará vivir mas años, por el otro nos piden un esfuerzo continuo y nos dicen que sólo el que mas trabaje será el que viva mejor. Con este planteamiento sobre la mesa ¿Qué debemos hacer?.

Pero si la pregunta ya nos resultaba insidiosa cuando íbamos a ser médicos, abogados o conductores de autobuses, ahora que queremos ser actores ¿Qué va a suceder?. Intuimos muchas cosas: Qué exponer un tema delante de otras personas nos da pánico, que mover el cuerpo mucho es igual de ridículo que no moverlo nada, que memorizar largos textos nos pueden quitar numerosas horas de sueño. Y por si esto fuera poco encima llegan los señores de la bata blanca y nos dicen que hablar en público es lo que mas ansiedad le genera al ser humano. Con todo esto, ¿No nos dan ganas de meternos a un convento de clausura?

Pues la verdad es que si. Pero como lo de contar las cuentas de un rosario nunca se me ha dado bien, he optado por tomar el camino difícil. Y como ser actor me parecía poca cosa, encima he decidido decantarme por la rama musical, asi que si ya se me hacía un nudo en la garganta cuando tenía que hacer el brindis en la cena de navidad, ahora que tendré que decir la palabra “Bienvenidos” hasta en 4 idiomas diferentes mas me vale estar relajado... ¿pero no decían que la relajación era perjudicial? Vamos a ir por partes porque como esto no se aclare pronto me veo ya cogiendo el hábito.

Para empezar sabemos que una de las herramientas fundamentales del actor es su voz, unos la tienen mas bonita, otros mas desagradable pero los tiempos mudos de Charles Chaplin hace tiempo que quedaron atrás. Pues bien, hablar supone un esfuerzo, eso está claro, pero ¿cuanto esfuerzo supone?. Teniendo en cuenta que en la emisión de la voz intervienen los órganos de respiración, los órganos de fonación y los órganos de articulación yo diría que hacemos bastante esfuerzo. Y eso suponiendo que emitamos un sonido normal, porque si tenemos que hablar para una gran audiencia, y encima nos tiene que escuchar el señor que se sienta en la última fila, que se ha dejado las gafas en casa, y que solo puede seguir la historia por lo que le llega a sus oídos entonces si que tendremos que poner toda nuestra energía para que nuestra voz inunde la sala de espectáculos. Es decir, que cuanto mas nos esforcemos menos relajados estaremos, o lo que es lo mismo, no podemos permitirnos relajarnos si tenemos que usar nuestra voz como una herramienta de trabajo. Y no solo debemos evitar la relajación en los aparatos que intervienen en la emisión de la voz ya que nuestro cuerpo es como un gran castillo de naipes y en el momento en que uno caiga, la construcción se viene abajo, por lo tanto si tenemos que vociferar, hay que tener todos los músculos activados para que el trabajo se pueda realizar con el máximo rendimiento.

Muy bien, pues esto ya me ha quedado claro asi que voy a salir ahí fuera y... y... y solo de pensarlo se me forma un nudo en la graganta y no puedo ni emitir un susurro. ¿Pero no se supone que debía evitar la relajación? ¿Porqué no puedo emitir sonido alguno estando tan tenso? Porque al igual que ocurre con la relajación, cuando un músculo se tensa, el resto de músculos también se ven afectados por esa tensión. Pero si no puedo estar relajado y no puedo estar tenso ¿Que hago? Lo primero de todo es aprender a diferenciar la tensión del esfuerzo. La relajación es opuesta a la tensión y al esfuerzo, pero la tensión y el esfuerzo no son lo mismo. Es cierto que el esfuerzo puede crear tensión, pero hay otros factores que también nos tensan de manera involuntaria. Por lo tanto al hablar de tensión estamos hablando de un estado que en unas ocasiones es necesario y en otras molesto, así que para poder sacarle el máximo partido a nuestra voz la clave está en aprender a controlar esa tensión. Y este concepto es extensible a todo el cuerpo. Pero si la tensión es tan beneficiosa como perjudicial, ¿porqué la relajación es contraproducente? Pues bien, la relajación no es ni mas ni menos que el mismo concepto. Emplear la relajación cuando queremos realizar un esfuerzo nos impide llevarlo a cabo, pero emplear la relajación para liberar la tensión acumulada es positivo e incluso necesario en muchas ocasiones. Entonces ¿En qué quedamos?

Cuando uno se encuentra angustiado o nervioso, ciertos músculos de su cuerpo están tensos. Si se pudiera aprender a identificar estos músculos podría relajarlos y experimentaría una sensación opuesta a la tensión, se sentiría relajado porque sus músculos están relajados. Si uno aprende a tensar ciertos músculos de su cuerpo, conseguirá identificarlos cuando estén tensos; de la misma forma podría relajarlos. Entonces si me dirijo a una situación que yo preveo como desencadenante de ansiedad, podré relajarme justo antes de entrar en dicha situación. En otras palabras, si aprendo a controlar la relajación la podré utilizar como una técnica de autocontrol.

Resumamos: La relajación para un actor no es ni buena ni mala, es tan solo una herramienta mas igual que su voz, su cuerpo y sus capacidades cognitivas. Así pues un actor no puede permitirse realizar su trabajo en un estado de relajación, necesita estar activado el tiempo que esté en escena, utilizando su cuerpo para imponer presencia y alzando la voz para proyectar su papel, pero de la misma manera que un deportista salta al campo de juego con los músculos en perfecto estado para evitar lesiones y heridas, el actor debe aprender a controlar la relajación (y la tensión) para salir al escenario con su cuerpo a punto (libre de tensiones y laxitudes), sus músculos encendidos pero sus sobrecarga y su cabeza despejada pero en un estado activo para responder ante un público atento y expectante. De la misma manera que no puedes atornillar una tuerca con un martillo, no puedes relajarte en mitad de un esfuerzo, pero como nadie compraría una caja de herramientas sin la herramienta anteriormente citada, de la misma manera es fundamental conocer, controlar y saber administrar las técnicas de relajación para un conseguir el máximo rendimiento de tu cuerpo.

Bibliografía

-http://3000herzios.blogspot.com.es/
-Técnicas de Relajación-Cautela, J. Y Groden J. (1985)
-http://tecvo1.blogspot.com.es/
http://es.wikipedia.org/

No hay comentarios:

Publicar un comentario